Irán amenaza con cerrar el Estrecho de Ormuz y dispara alarma en logística mundial: México no es la excepción

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Por Redacción | E1 Debate Colima | 23 de junio de 2025

COLIMA, MÉXICO.— La tensión geopolítica entre Irán, Estados Unidos e Israel escala a niveles que amenazan el corazón de las rutas energéticas del planeta. El Parlamento iraní aprobó el cierre del Estrecho de Ormuz como represalia tras los recientes bombardeos estadounidenses a instalaciones nucleares, decisión que aún debe ser ratificada por el Consejo Supremo de Seguridad Nacional y, en última instancia, por el ayatolá Alí Jamenei.

Pero el anuncio fue suficiente para activar una cadena de impactos en los mercados globales de energía y logística. La razón: por el Estrecho de Ormuz circula alrededor del 20% del petróleo global y cerca del 20% del gas natural licuado (GNL), según datos de la Agencia Internacional de Energía (AIE).

El crudo Brent superó este lunes los $78.89 dólares por barril, y el WTI alcanzó los $75.71, impulsados por la amenaza de un bloqueo. Analistas de ING y Goldman Sachs advierten que una interrupción real podría elevar los precios por encima de los $100 e incluso hasta $120 dólares, de mantenerse el conflicto hacia el segundo semestre del año.

“Un cierre efectivo del Estrecho de Ormuz afectaría directamente los flujos globales de energía y comercio, incluyendo a México, cuyos puertos clave ya operan al límite de su capacidad logística”, afirma Pamela de la Vega, especialista en comercio marítimo y miembro de la barra de opinión de E1 Debate Colima.

Puertos mexicanos, en zona de presión

El impacto en México no se limita a los precios del petróleo. La crisis también tiene efectos en la cadena logística, en especial en los puertos del Pacífico mexicano, como Manzanillo (Colima) y Lázaro Cárdenas (Michoacán), principales nodos de conexión con Asia.

El puerto de Manzanillo movilizó en 2024 un total de 3.30 millones de TEU, con un crecimiento del +12.6% anual, mientras que Lázaro Cárdenas superó los 2.4 millones de TEU, con un incremento cercano al 29%, de acuerdo con cifras oficiales de la Coordinación General de Puertos y Marina Mercante.

Estos volúmenes reflejan una saturación que podría agravarse si el conflicto interrumpe rutas marítimas o dispara los costos de flete. El índice WCI de la consultora Drewry registró un alza del 41% en solo una semana, con rutas como Shanghái–Los Ángeles cotizando ya en $5,876 dólares por contenedor de 40 pies.

“México está conectado al comercio mundial por estos puertos. Cualquier disrupción global —aunque ocurra a miles de kilómetros— tiene efectos directos en tiempos de entrega, disponibilidad de productos y costos logísticos”, explica De la Vega, quien ha liderado proyectos estratégicos en el sector portuario durante más de dos décadas.

Efectos en la economía mexicana

Además del alza en los combustibles, las cadenas de suministro de sectores clave como la industria automotriz, electrónica, textil y alimentaria se verían afectadas por retrasos, escasez o mayores precios en mercancías importadas.

De prolongarse la crisis, el Banco de México podría enfrentar presiones inflacionarias más intensas que obliguen a revisar su política monetaria. Asimismo, las empresas con alto componente importado en sus procesos productivos ya enfrentan disyuntivas sobre ajustes logísticos y financieros.

“En un mundo globalizado, lo que ocurre en el estrecho de Ormuz se traduce en aumentos de flete, cambios de rutas y escasez de contenedores aquí en Manzanillo”, señala De la Vega. “Y en un sistema logístico ya tenso, eso se convierte rápidamente en un problema nacional.”

El telón de fondo: una región al borde del colapso

Irán produce actualmente 3.3 millones de barriles diarios de crudo, de los cuales cerca de 1.7 millones son exportados. Casi toda esa producción fluye a través del Estrecho de Ormuz. Una interrupción afectaría a compradores como China, India, Japón y Corea del Sur, pero el golpe sería mundial.

El general Esmaeil Kousari, miembro de la Comisión de Seguridad Nacional del Parlamento iraní, declaró que el cierre fue votado como una “medida estratégica”, aunque la última palabra recae en la máxima autoridad iraní.

En paralelo, Estados Unidos ha desplegado unidades navales adicionales en el Golfo, mientras Israel mantiene un tono beligerante ante la posibilidad de un conflicto mayor en Medio Oriente.

Aunque México no forma parte directa del conflicto, sus consecuencias pueden sentirse pronto en los puertos nacionales, en las empresas importadoras y en los bolsillos de los consumidores. Las advertencias de expertos como Pamela de la Vega invitan a no subestimar los efectos de un choque geopolítico que pone en jaque al comercio global y a la seguridad energética.

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