“No necesito hablar inglés para manejar”: camioneros hispanos rechazan nueva norma de Trump

Washington D.C. “Yo para manejar no necesito hablar inglés”. Con esa frase sencilla pero contundente, José Flores, un camionero mexicoamericano con más de 30 años recorriendo las carreteras de Estados Unidos, resume el sentir de miles de transportistas latinos que hoy se ven en riesgo de perder su empleo.
Desde el pasado 25 de junio, una nueva orden ejecutiva del expresidente Donald Trump –quien busca regresar a la Casa Blanca en 2025– exige que todos los conductores de vehículos comerciales “dominen el inglés”, lo suficiente como para comunicarse con el público, comprender señales de tránsito, llenar documentos oficiales y responder a la autoridad.
Aunque la regla ya existía en las normas federales, su aplicación era flexible. Con esta nueva directiva, será estrictamente vigilada, y su incumplimiento podría costarle a los choferes multas de hasta 10 mil dólares o incluso la revocación de su licencia.
“Nunca he tenido problemas”
José Flores, de 61 años, conduce tráileres entre California y Arizona desde la década de los 90. Asegura que entiende señales, papeles y lo necesario para trabajar, pero que no domina el idioma de forma fluida.
“Nunca he tenido problemas para hacer mi trabajo. No entiendo por qué ahora quieren que hable inglés como si fuera recepcionista”, dice entre risas amargas. “Con saber leer las señales y seguir las reglas es suficiente”.
Otros camioneros como Alejandro Morales, un joven cubano que trabaja en Texas y Luisiana, coinciden: “Todo se maneja con números. Recoges la carga, entregas el ticket, y ya. No hace falta tener una conversación larga con nadie”.
Una medida que genera incertidumbre
La nueva orden ha encendido alertas entre las organizaciones civiles y sindicatos del transporte. De acuerdo con estadísticas federales, más del 20% de los conductores comerciales en EE.UU. son latinos, y muchos de ellos tienen un dominio limitado del idioma inglés.
La guía publicada por el Departamento de Transporte indica que cualquier chofer que no cumpla con el requisito puede ser retirado de circulación inmediatamente y obligado a que otro conductor tome su lugar. Esto ha provocado una ola de temor entre quienes tienen décadas de experiencia en el volante, pero no hablan con fluidez.
“Imagínate que me paren en una inspección y por mi acento o porque me trabo me digan que ya no puedo seguir. ¿Eso es justo?”, pregunta Morales.
¿Seguridad vial o discriminación?
El gobierno federal defiende la medida como un asunto de seguridad vial. El secretario de Transporte, Sean Duffy, afirmó que el dominio del inglés es “esencial para prevenir accidentes y facilitar las inspecciones en carretera”.
Sin embargo, los camioneros señalan que no existen pruebas claras de que el idioma haya sido un factor determinante en siniestros. “Si ya pasé la prueba en inglés para sacar la licencia, ¿por qué ahora me dicen que no sé lo suficiente?”, cuestiona Flores.
Organizaciones de defensa de los derechos laborales hispanos han calificado la norma como una forma de exclusión sistemática, que podría derivar en discriminación por origen y acento.
Un golpe a la economía… y a las familias
Además del impacto laboral, los camioneros temen por el futuro de sus hogares. “No quiero jubilarme todavía, pero si me quitan el trabajo, ¿qué hago? La vida está más cara, los precios suben, y sin trabajo no hay cómo mantener a la familia”, lamenta Flores.
Expertos en logística ya advierten que si la norma deja fuera de circulación a miles de camioneros, podrían generarse cuellos de botella en la cadena de suministros, escasez de productos y aumento de precios en distintos sectores.
Una ruta incierta
Mientras la orden ejecutiva avanza, crece el número de voces que piden que se revisen los criterios y se establezcan medidas transitorias, como programas de capacitación, intérpretes en carretera o prórrogas razonables.
Por ahora, los camioneros hispanos seguirán manejando entre la incertidumbre y la esperanza, con la firme convicción de que su trabajo habla por ellos… aunque no siempre sea en inglés.
Fuentes:
Basado en el reportaje original de El País US, publicado el 28 de junio de 2025.