Colima: Líder en Agroecología y Salud sin Plaguicidas
En la mañanera del 3 de septiembre nuestra presidenta Claudia Sheinbaum anunció el Decreto en el cual prohíbe 35 plaguicidas considerados altamente tóxicos, lo anterior como parte de los esfuerzos para detener la mortandad de abejas que sucede en el país y de los jornaleros agrícolas afectados al aplicar dichos productos.

La última vez que sucedió la prohibición de 21 plaguicidas fue en el año 1991, antes de la entrada del país al Tratado de Libre Comercio (TLC), lo anterior es importante, pues durante 34 años de neoliberalismo jamás se regularizó la aplicación de plaguicidas, y es que, lo mismo se vende un litro de leche que un litro de glifosato.
Desde el H. Congreso del Estado de Colima hemos realizado esfuerzos importantes en pro de una producción sostenible y sustentable de alimentos, recordar que fruto de recorrer los diez municipios de la entidad durante la Sexagésima Legislatura logramos aprobar la primera Ley de Agroecología de México, una iniciativa del Pueblo y para el Pueblo que sienta las bases reconociendo en términos legislativos la alternativa.
Y es que es importante pensar en alternativas menos dañinas a la Salud de las personas y de los ecosistemas, las cifras ubican a nuestra entidad en los primeros lugares en cáncer de mama y próstata del país, enfermedades asociadas a plaguicidas. Además, en los municipios con potencial agrícola es donde se presenta las mayores incidencias y donde curiosamente se presenta la mayor mortandad de abejas de la zona. Es por ello que como diputado de Morena presentamos iniciativa, logrando adherir el Articulo 196 – Bis al Código Penal donde se tipifica como delito la mortandad de abejas, siendo un avance jurídico importante.
Debido a ello el 11 de enero 2025, Colima, al mando de la gobernadora Indira Vizcaíno fue sede de unos de los Foros para la elaboración del Plan Nacional de Desarrollo 2025 – 2030, en el cual se logró escalar la política pública agroecológica a nivel nacional. Desde entonces se ha conformado la Red Estatal de Agroecología Colima (REAC), fruto de sumar voluntades de manera interinstitucional.
De esa manera, el pasado 30 de agosto del presente año 2025 en Casa de la Cultura del municipio de Tecomán, Colima se celebró un importante evento que reúne a varias instituciones de diferentes niveles en pro de la Salud pública, al buscar mediante la información por expertos académicos e investigadores la reducción de plaguicidas en nuestra entidad. El foro titulado Comunicación de Riesgos por el uso de plaguicidas y promoción de alternativas sostenibles para el agro, organizado por la Red Estatal de Agroecología, Colima (REAC), contó con el respaldo científico de la Universidad de Colima, Universidad Intercultural de Colima (UIC), la Universidad para el Bienestar Benito Juárez (UBBJ), así como el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), la investigación técnico productiva de parte del Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), la ponencia de la Comisión Estatal para la Protección de Riesgos Sanitarios (COESPRIS), el acompañamiento activo del Servicio Nacional de Salud Pública (SNSP) y del Colegio de la Frontera Sur, todas estas instituciones empujadas por el movimiento agroecológico local, con colectivos como Frente en Defensa del Maíz y Asociación de Apicultores.
Recientemente se nos compartió la buena noticia de que Colima fue escogido por mandato presidencial para ser pionero en tener el Taller Presencial “Cadena de Custodia en casos de muerte masiva de abejas”, la invitación es para el 20 de septiembre, 9:00 horas en la Universidad Bienestar Benito Juárez, asiste.
Mientras el país entero da un giro crucial al prohibir los plaguicidas que envenenan nuestra tierra y nuestra gente, desde Colima podemos decir con orgullo que no solo recibimos el decreto, sino que lo inspiramos. Aquí se escribió la primera ley, aquí se decretó la primera protección legal para las abejas, y aquí se tejió la red que está transformando el campo.
Este movimiento no es solo para sustituir un veneno por un fertilizante orgánico. Es una revolución cultural que entiende que la salud de la tierra, de las abejas y de las personas es la misma. Es un llamado a informarnos, a organizarnos y a elegir una producción que no sacrifique el futuro en el altar de la productividad inmediata. El campo colimense está demostrando que se puede cultivar con ciencia, con conciencia y con orgullo.
La agroecología ya no es la alternativa; es el camino.
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