Regidor denuncia presunto desfalco por 158 mil pesos en el organismo de agua potable de Armería COMAPAL

ARMERÍA, Colima.— El regidor del Ayuntamiento, Luis Alberto Gama Espíndola, denunció públicamente un presunto desfalco por 158 mil pesos dentro de la Comisión Municipal de Agua Potable de Armería (COMAPAL), cuyo responsable directo, señaló, es el actual director del organismo, el médico Rafael Ochoa, funcionario cercano al presidente municipal J. Cruz Méndez González, del Partido Verde Ecologista de México (PVEM).
De acuerdo con Gama, el monto corresponde a ingresos captados en ventanilla por el organismo descentralizado, pero que nunca llegaron a la institución bancaria correspondiente. La administración municipal ha justificado la falta del recurso alegando que el dinero “se perdió”, sin ofrecer una explicación técnica ni administrativa que respalde esta versión.
“No estamos hablando de un error contable ni de una omisión menor. Estamos hablando de dinero público, de 158 mil pesos que deben estar depositados en una cuenta institucional, y que simplemente no llegaron. Lo más grave es que los responsables son funcionarios de confianza del alcalde, y hasta ahora nadie ha sido separado de su cargo ni se ha reparado el daño”, sostuvo el regidor.
De la denuncia pública a la denuncia penal
El regidor Gama confirmó que ya existe una denuncia formal ante la Fiscalía General del Estado en contra del director municipal de COMAPAL, Rafael Ochoa, por su probable responsabilidad en la desaparición de los recursos. Añadió que, de no haber acciones concretas desde el Gobierno Municipal para aclarar el caso y reintegrar el dinero a las arcas públicas, “la omisión del Ayuntamiento se convertiría en complicidad institucional”.
“He sido claro: si esta administración no actúa y no exige cuentas a sus propios funcionarios, será cómplice del desfalco. No podemos permitir que el dinero de los armeritenses se desvanezca sin responsables”, dijo Gama.
El señalamiento no es menor en un municipio donde los servicios de agua potable enfrentan rezagos históricos. Las fugas, la intermitencia del servicio y la obsolescencia de la infraestructura son quejas constantes de la población, que con frecuencia denuncia cobros injustificados sin acceso real al agua.
“El agua es un derecho, no una caja chica”, denunció el regidor, quien afirmó que el desfalco daña directamente la posibilidad de operar con eficacia una red hidráulica ya colapsada. Añadió que mientras los ciudadanos hacen esfuerzos para pagar sus recibos, los responsables de administrar el recurso permiten que el dinero desaparezca con total impunidad.
¿Protección política desde la Presidencia Municipal?
Gama insistió en que los funcionarios involucrados —incluido el director de COMAPAL— fueron designados directamente por el alcalde J. Cruz Méndez González, por lo que exigió que el edil asuma responsabilidad política y actúe en consecuencia.
“No basta con lavarse las manos. El presidente municipal nombró a estos funcionarios y debe responder por ellos. Si no lo hace, también él es responsable de que estos actos queden impunes”, subrayó.
Una nueva grieta en la administración del Partido Verde
Este nuevo escándalo se suma a una serie de controversias que han marcado la administración del alcalde Méndez González, incluyendo acusaciones recientes de corrupción, intento de compra de votos en el Cabildo y malversación de recursos operativos en Protección Civil. Las tensiones dentro del Ayuntamiento han escalado, y sectores de la oposición advierten que la credibilidad de la administración municipal está al borde del colapso.
La transparencia, puesta a prueba
El presunto desfalco de COMAPAL representa un punto de inflexión para el gobierno municipal de Armería. En un contexto de carencias estructurales, marginación social y exigencias ciudadanas insatisfechas, la pérdida de más de 150 mil pesos sin consecuencias legales o administrativas sería una señal devastadora de impunidad institucional.
Luis Alberto Gama ha dicho con claridad: si el dinero no se recupera y no hay responsables sancionados, los ciudadanos asumirán que el poder municipal es parte del problema, no de la solución. Y si eso ocurre, será una derrota no solo para el gobierno local, sino para toda la promesa de regeneración política que el Partido Verde dice representar.