Trump allana el camino para limitar la ciudadanía por nacimiento

Washington D.C., 27 de junio de 2025.— Este viernes la Corte Suprema de Estados Unidos avaló el decreto del expresidente Donald Trump, que restringe la ciudadanía por nacimiento a hijos de migrantes en situación irregular o con estancia temporal, pueda entrar en vigor de forma parcial en al menos 28 estados. La decisión, tomada por mayoría de 6 votos contra 3, no resuelve el fondo constitucional del decreto, pero limita la capacidad de los tribunales inferiores para bloquearlo de manera general.
El fallo no significa que el decreto presidencial, conocido como EO 14160, haya sido declarado constitucional. Lo que decidió la Corte fue que los jueces federales no tienen autoridad para emitir suspensiones judiciales de carácter nacional (injunctions universales), sino únicamente para los demandantes específicos involucrados en cada caso.
La resolución representa una victoria procesal para Trump, quien firmó la orden ejecutiva en enero de este año, durante su regreso al poder. La medida busca eliminar la ciudadanía automática, establecida por la Enmienda 14 de la Constitución, a los hijos nacidos en Estados Unidos de padres que se encuentren de forma ilegal en el país, o bien con visas temporales.
“Esta es una victoria monumental para la Constitución y el pueblo estadounidense”, expresó Trump desde la Casa Blanca tras conocerse el fallo. “El sentido común ha prevalecido”.
Por su parte, la jueza Sonia Sotomayor, en su voto disidente, calificó la decisión como “una peligrosa erosión del estado de derecho”, advirtiendo que debilita la protección de derechos fundamentales frente a abusos de poder ejecutivo.
Implicaciones jurídicas y sociales
Con este fallo, el decreto podrá aplicarse en aquellos estados donde no existan litigios activos o donde los jueces no hayan emitido suspensiones específicas. Se estima que al menos 28 estados podrían ver implementadas estas nuevas restricciones a partir de los próximos 30 días, plazo otorgado por la Corte para permitir ajustes administrativos y judiciales.
Organizaciones de derechos civiles, como la ACLU y Human Rights First, denunciaron que esta decisión genera un “mosaico de justicia desigual”, donde los derechos de los niños podrían depender del estado donde nazcan.
“Estamos ante una fragmentación jurídica alarmante”, advirtió Linda Chávez, activista por los derechos de los migrantes. “Un niño nacido en Texas podría no tener ciudadanía, mientras otro, en Massachusetts, sí. Eso es inaceptable”.
Lo que sigue:
Los tribunales inferiores deberán redefinir los límites de las suspensiones temporales, mientras grupos de derechos humanos se preparan para una nueva batalla legal sobre la constitucionalidad del decreto, que podría regresar a la Corte Suprema en los próximos meses.
Analistas jurídicos coinciden en que el fondo del conflicto —la interpretación del principio de jus soli (derecho de suelo)— aún está pendiente de resolverse, lo que mantiene al país en un estado de incertidumbre jurídica respecto a uno de sus pilares constitucionales.
Aunque el fallo de la Corte Suprema no cancela el derecho a la ciudadanía por nacimiento, sí elimina una de las barreras más importantes que lo protegía a nivel nacional. El decreto de Trump entraría parcialmente en vigor a partir de finales de julio, y podría impactar a miles de familias migrantes. La batalla por el significado de ser ciudadano estadounidense, sin embargo, está lejos de terminar.