Presidenta evalúa trabajos de ampliación del Puerto de Manzanillo: obra clave para el futuro logístico de México

Durante su gira de trabajo por Colima, la presidenta de la República visitó el Puerto de Manzanillo para supervisar los avances de su ampliación, un proyecto que promete transformar el comercio marítimo y la competitividad del país.
Un crecimiento histórico
La ampliación, conocida como Nuevo Puerto Manzanillo-Cuyutlán, contempla una expansión de superficie que lo convertirá en uno de los recintos portuarios más grandes y modernos de América Latina. La inversión, que supera los 55 mil millones de pesos, permitirá multiplicar por más del doble su capacidad actual de operación, pasando de manejar cerca de 4 millones de contenedores anuales a más de 10 millones hacia el año 2030.
Más que infraestructura portuaria
El plan incluye la modernización de muelles, la incorporación de grúas eléctricas de última generación y mejoras energéticas internas. Paralelamente, se desarrollarán obras urbanas y turísticas: mejoramiento de vialidades, construcción de viviendas, nuevos mercados y espacios culturales, así como la rehabilitación de sitios emblemáticos como el Malecón de Miramar, el Tortugario y el Museo de la Sal.
Impacto regional y nacional
La expansión no solo beneficiará a Colima: posicionará a todo el occidente del país como un corredor logístico estratégico, favoreciendo a estados como Jalisco y Michoacán, y fortaleciendo la conexión con los principales mercados internacionales de Asia y Norteamérica. También se prevé la ampliación del corredor carretero Colima–Manzanillo y la habilitación de nuevos accesos para agilizar el transporte de mercancías.
Visión de futuro
El Puerto de Manzanillo es ya el más activo de México y uno de los más relevantes del continente. Con esta ampliación, se busca consolidarlo como líder absoluto en la región, incrementar la competitividad nacional y generar un desarrollo integral que combine crecimiento económico con bienestar social y sostenibilidad ambiental.